Las despedidas no siempre son tristes

La CAI casi le ganó por primera vez a Olimpo pero se le escapó al final. Tuvo juego, contundencia, solidez y un Romero imparable. La visita sufrió dos goles en contra pero compensó con un gol dudoso en tiempo de descuento.

Un típico final de año con muchas jugadores que adelantaron su futuro, observando el partido en las tribunas y con un equipo que a pesar de sus inseguridades, reafirmó el interés de “irse” en ganador pensando en una segunda rueda al rojo vivo. Con la dupla ratificada y la confirmación de que habrá caras nuevas en la pretemporada, la CAI arrancó con algún susto. Olimpo se armó rápido para el ataque. De un lateral, Casais habilitó en diagonal a Rolle y el volante le tiró la primera envenenada a Capogrosso, que tapó en gran reacción con Concistre a la pesca del rebote. El local cambió algunas piezas y los relevos, le sacaron el juego a la oportunidad. Romero entró encendido corriendo arriba y José Loncón rápidamente encontró socios para tocar. El partido sufrió un golpe de efecto inesperado, madrugador. El primer centro al área de Malcorra, encontró accidentalmente la cabeza de Reynoso que desvió la trayectoria, desorientó marcas y frustró a Ibáñez que no pudo impedir el 1-0 a los 6’. La ventaja tranquilizó al local que activó el operativo “defensa con pelota”, plantado en el medio y con la dupla fuerte Meloño y Sartori doblando al grandote Delorte. Rolle era el hombre clave en el aurinegro, el único que parecía tener pista libre. Avisó con un tiro libre malintencionado y asistió a Cabrera, que pateó cruzado y pegado al palo a los 24’. Diego Romero armó al toque, la mejor del primer tiempo. En velocidad, encaró a los defensores en un slalom que debió tener final feliz. La apílada dejó al fueguino cara a cara con Ibáñez, pero todo se diluyó con la bola desviada por milímetros. Olimpo lo empardó cuando parecía no pasarla bien, la armó Vega por derecha cediendo para Lucas Concistre, quien en posición discutible, terminó mandándola adentro. Otra rareza terminó siendo el segundo grito chubutense. Loncón pateó desde afuera y Casais en el intento de tapar, terminó generando un rebote fatal. El segundo tiempo arrancó con la misma dinámica, sin dar descuidos y con los dos proponiendo. Romero siguió intratable, generando desconcierto y amarillas en la defensa bahiense (Reynoso, que debió irse, siempre le tomó la patente). Enfrente, potenciado con Ricci en cancha, Rolle desafió la altura de Capogrosso en un tiro libre con viento positivo. Al final, Olimpo lo sufrió atrás pero tuvo premio enfrente: Salazar pescó un rebote al límite del offside en tiempo de descuento.
IT/Foto Walter Calderón.