Meterla ya es casi un imposible
Sin meterla, no se puede. Por más que se intente, el gol es una herramienta básica en el fútbol de hoy. En la B Nacional donde mandan las matemáticas, es imposible progresar si la pelota no cruza la ansiada línea blanca. La CAI volvió a carecer de vitamina “g” y por eso, Patronato de Paraná le terminó usurpando los tres puntos. El grito de Diego Jara, en uno de los pocos descuidos del pelado Talin, inclinó la balanza en una tarde más de padecimientos donde se construyó poco juego y casi ni se disfrutó de la pelota en los primeros minutos. Con éste panorama, el 1-0 marcó influencia en el desarrollo. La CAI no fue superada ni mucho menos, pero su falta de peso arriba hizo que el local navegara siempre por aguas mansas. Patronato se refugió en el medio y casi no pasó zozobra en defensa, donde apenas se apuntó un remate de Villalba y quizás, la más clara del azzurro, una corrida de Romero que derivó en un remate de Malcorra que tapó Bertoli, en su única intervención in extremis. El partido se cayó en un pozo en el segundo tiempo. Patronato se conformó con poco, apostando a la contra y le cedió el terreno a la CAI que creció con la entrada de Loncón e insistio a través de las subidas de Malcorra y Dedyn. El incansable Talin volvió a tomar la lanza, llevó al equipo al frente y a pesar de los riesgos, se observó una mejoría. Igual todo parecía diluirse en cercanías del área, donde Romero no pudo imponer su velocidad y Benegas se cansó de aguantar. La sensación del empate siempre pareció lejana. Bubas se perdió acaso la oportunidad del 1-1 con Patronato dispuesto a devolver cada maniobra enfrente. Orode entró bien desde el banco pero no le alcanzaron los minutos para que su juego, clarificara los espacios y ya el 0-1 se hizo imposible de levantar.
Foto gentileza Diario Uno.
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