A la hora de hilar fino en los números, es poco lo que se rescata: el 1-0 como resultado más repetido (solamente 3 a favor); 1 triunfo sobre 8 jugados en condición de local; 3 televisados, 6 expulsados y una campaña no tan mala en condición de visitante -2 triunfos, 2 empates y 6 derrotas; 24 puntos logrados en los primeros tiempos- y alguna que otra racha no demasiado sostenida (no perdió durante 3 fechas). La CAI le dio rodaje a 25 jugadores durante los 18 partidos de la primera rueda y muchos de ellos debieron, en la emergencia, responder en distintos puestos (Manchot fue lateral y central; Dedyn jugó de volante y lateral; Funes jugó varios minutos como zaguero pese a ser volante central y Luis Vidal se movió por todos los puestos del mediocampo). En el arco llovieron los cuestionamientos: Burtovoy arrancó bien y hasta portó la cinta de capitán pero terminó equivocándose en los peores momentos. Detrás José Alcaín, viene pidiendo pista: con él en los tres palos, el equipo nunca perdió (2 de visitante y algunos minutos en Comodoro frente a Merlo) ganándose el crédito para ser titular en el reinicio. De los refuerzos, poco y nada. El infranqueable Facundo Talín resultó de lo más sólido pese a los riesgos que genera al tomar la lanza. Un escalón abajo apenas Luis Funes quien demostró estar a tono con su regularidad. Villalba, inexpresivo, sólo cumplió desde los doce pasos (2/2). El “Mecha” Rodríguez apenas festejó 1 vez y nunca explotó ante las necesidades del equipo. Leandro Benegas fue ganando terreno, terminó como titular y tuvo más oportunidades que el resto de los puntas pero vió dos veces la tarjeta roja y terminó yéndose con cierta intrascendencia. Ciucci, 4 veces titular, no convenció y el nigeriano Félix Orode jugó poco y siempre desde el banco (3 veces y siempre con la CAI en desventaja). Jorge Vivaldo probó múltiples fórmulas atrás, en el medio y arriba pero perdió la mayoría de los partidos que debió ganar.
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