José Alberto Rossi considera a Renato Cesarini como “su” club, donde mandan el futbol y sobre todo, los amigos. Casado y padres de dos hijos, se define como un DT que trabajó más en el exterior que en el propio país. De hecho en la B Nacional solamente asistió a Salvador Capitano en Talleres. También ascendió con Solari a Atlético Tucumán del Argentino A a la PBN y además fue coordinador de inferiores de Boca Unidos de Corrientes. “A mí me gusta el buen juego. Y soy un convencido en que a partir de lo colectivo se resalta la individualidad. El que juega bien individualmente, se destacará más si el resto de sus compañeros responde. La idea es que quien vaya a la cancha pueda disfrutar del buen futbol y no solamente a pensar en un resultado. No hay que echarle la culpa a la suerte. Los equipos tienen que jugar bien y eso se está perdiendo en el futbol argentino”. Rossi entiende que aunque todo gire en torno a la competencia, no debe perderse de vista lo esencial. “Sé que hay que ganar pero confío en el esfuerzo máximo que hacen los jugadores adentro de una cancha, pero el espectáculo también cuenta. La gente y ellos en principio, tienen que disfrutarlo”. Sin vislumbrar su posible desembarco en el sur, José Rossi estuvo en las tribunas del “15 de Abril” viendo el partido entre Unión-CAI, el último juego oficial disputado por el azzurro. “Tiene buen manejo de balón, jugadores con intenciones ofensivas y juegan bien. Hay que amalgamar todo para hacer un equipo que juegue bien y que gane”.
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