Atrás y adelante, los dos extremos del equilibrio. Ahí refuerzan Federico Rosso y Franco Caraccio, los dos jugadores que debutarán en la CAI a partir del reinicio si los tránsfers y el técnico lo deciden. Coinciden en la confianza por la falta de lógica que suele tener el fútbol pero también en integrar un equipo jóven y con ideas claras. “Apenas llegué me costó un poco ponerme a la altura del plantel pero ya me siento rápido, fuerte. Me siento más cerca de mi mejor versión”, sostiene Caraccio, natural de Chacabuco, quien no juega en el país desde el 2.008 donde registra un paso fugaz por la PBN (“Fue en All Boys, aunque jugué poco, apenas dos partidos…”). Por su parte, el rosarino Rosso llega de solucionar cuestiones pendientes con Chacarita, su ex club y ya se reintegró pensando en el estreno ante Gimnasia jujeño. “Nosotros tenemos muchísima fe, hay buen equipo y trabajamos bien en la pretemporada. Nos sentimos bien y sobre todo, estamos muy cómodos con el sistema de juego”. A Caraccio lo sedujo la confianza brindada por José Rossi y el desafío de jugar un semestre bajo presión. “No estamos muertos y más allá de la dificultad, la pelearemos hasta que los números digan otra cosa. Hay que ganar lo más que se pueda porque en el fútbol siempre se han dado vuelta campañas complicadas”, admite el punta de 23 años. Después de ponerse por primera vez la camiseta de su nuevo club, el zurdo marcador central relativizó el valor de los primeros puntos en el Municipal. “Siempre hay que arrancar ganando, caso contrario no tenemos que volvernos locos porque sabemos a qué apuntamos. Yo veo bien al grupo y estamos muy unidos”.
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