Dueño del invicto más deseado

Atrevido, audaz y confiado de que se podía, la Comisión de Actividades Infantiles lo hizo. En el mismísimo “Cayetano Castro” dejó sin invicto a Rácing de Trelew, el equipo que había arrancado como la gran sensación del campeonato. La fórmula ?. Orden táctico, inteligencia para resguardarse del ataque desenfrenado del local; saber utilizar los espacios que dejó el rival de tanto ir y sus múltiples errores en defensa. Si se analiza con fineza el pizarrón ya estaba escrito: Rácing era difícil pero no imposible, su búsqueda permitía abrir caminos y habilitar toda la potencia de los delanteros lanzados a la contra.  Así la CAI ejecutó lo que había ensayado en tiempo real. Corrió la cancha, se multiplicó para defender y en el medio, Bicciconti y Rodríguez se repartieron las cargas para impedirle a la Academia, una llegada fácil. El primer tiempo se cerró a la perfección, tras un susto inicial. Franco Lefinir puso en ventaja a los de Trelew pero la devolución fue generosa: primero irrumpió Mauro Villegas para empatar y construir los cimientos y el juvenil José Chacón, fortaleció los cimientos con su primer gol en el TAB en su segundo partido como titular, "pescando" un rebote en el arquero. Y cuando Rácing apretaba los dientes pensando en el entretiempo reparador, de nuevo Villegas le ganó a Disipio e infló la red para el 3-1. Sí, el mismo goleador que advirtió sus ganas de festejar y de cortar con todas las pálidas, sumó un doblete motivador. Era obvio que Rácing de Trelew fuera una tromba en el segundo tiempo pero como la confusión y la ansiedad no suelen ser buenos consejeros, la CAI terminó aguantando casi todo. Rilo y Seguel siempre respondieron y todos, retrocedieron para colaborar con el aguante. Solamente se instaló el suspenso cuando en el final, descontó Darío Contreras y el árbitro Daniel Carluccio sacó a relucir el reloj de arena. El interminable descuento, los minutos que se hicieron eternos y el sufrimiento “controlado” pero sufrimiento al fin, no modificaron la historia para que la CAI se quede con el invicto de Rácing en sus propias narices.
IT/Foto Norman Evans/Jornada.