A un punto de clasificar

De todo lo que se prometió, los dos empezaron debiendo. La CAI nunca llegó a soltarse del todo; ganó y perdió en el medio, Villegas fue hundido por los centrales como en el waterpolo y Prost, el que tuvo más pista cerca del área, falló como no suele hacerlo. Todo el juego del local pasó por los pies de Elvio Martínez aunque igual la experiencia del ex Aldosivi en términos educativos, no le dio para alcanzar los objetivos. Costó hacerse fuerte en el medio; las bandas se convirtieron en un autopista peligrosa y de doble mano y en ataque, faltó fineza, último toque. La primera para anotar fue un cabezazo de Rilo tras un corner y después un mano a mano de Prost, que luego de dejar en el camino –amague mediante- a Chiappa, no pudo definir permitiendo el cierre salvador de Salinas cuando casi se gritaba el 1-0. En el segundo tiempo, el local materializó la mejor llegada colectiva: Villegas hizo de asistidor, dejó a Prost cara a cara con Chiappa pero volvió a demorar más de la cuenta y Discipio, le birló una bocha que debió terminar en la red. El ex Tres Arroyos, con la pólvora húmeda y falto de confianza, falló por dos y terminó dejándole su lugar al ansioso Zaldúa. El juego de CAI se fue aceitando. Levantó Russo, Martínez impuso pausas oportunas que ayudaron a descomprimir y Morales, cada vez mejor, se metió de lleno en la ola naranja. El lateral colgó un tiro libre con comba en el área, Buongiorno la peinó accidentalmente apremiado por Villegas para batir su propio arco a los 19’. A los 26’ cuando se bailaba el ritmo que imponía el local, ya dueño de la fiesta, Lucas Reynoso probó desde afuera y de derecha, la colgó arriba, inalcanzable para Chiappa. Un foul de Leguiza sobre Mansilla le dio vida a Rácing con un penal que facturó el mismo “Petete”.
La CAI no se inmutó y fue por más. Lucas Reynoso, de gran tarea, la armó por izquierda, se la sirvió a Russo que con un cabezazo bombeado, liquidó la historia que tendría algunos capítulos adicionales: Morant se fue por una de artes marciales contra Martínez y el mismo enganche, metió un tiro libre en el palo que debió premiar su buena tarde. Buongiorno cabeceó con potencia una pelota parada de Sambueza y el 2-3 pareció como lejano, sobre todo cuando Salinas vio su segunda amarilla y dejó a la Academia con nueve en cancha y un partido ya ilevantable. La CAI expuso autoridad, sacrificio para buscar y un par de puntos altos que le dieron equilibrio y ayudar a sostener el invicto como local; un pasaje que ya está y dos últimas fechas que parecen sobrar. IT/Foto Richard Asencio.

No hay comentarios: