Las cuentas le siguen cerrando


Quedan cuatro fechas y puntos que aún deben sellarse en los escritorios pero la CAI no pierde de vista el objetivo. Jugó su mejor encuentro de la era Zwenger como visitante, rescató un punto valioso y sostiene la idea fija de clasificar en el orden que sea. En el sintético de la capital santacruceña, el equipo bancó más de medio partido con un hombre menos, debió rearmar su defensa y hasta gozó de oportunidades que le hubieran significado un regreso más feliz. Boca ya piensa en otra cosa, con un plantel recortado y derrotas que lo fueron relegando de la pelea aunque sin embargo, Ricardo Busciglio planteó un juego que le terminó funcionando. Bloqueó las bandas, anuló las subidas de Chacón y Morales; y rodeó a Elvio Martínez haciendo que el enganche nunca dispusiera de espacios. Siempre el negocio de CAI estuvo por el lado de la contra. En salidas rápidas, con cambio de ritmo, Mauro Villegas y Prost pudieron hacer diferencia y generar las primeras de riesgo en un primer tiempo que fue de a poco, acomodándose. En el local se destacó Cortéz, Etchemaite complicó arriba en soledad y el medio pareció controlado con Bastianini como capitán y bastonero. Siempre Villegas fue el punta más incisivo. Cruzó un remate encarnado al poste derecho y con un par de arranques, habilitó a Prost que no estuvo a pleno y parece tener la pólvora mojada. La primera gran incidencia se produjo a los 31’ con un foul de Seguel en el área, estando amonestado que costó un penal y la expulsión del marcador central. Juan Manuel Cortéz ejecutó con precisión para festejar el 1-0 y la CAI ya debió buscar un plan B. Facundo Ercoreca reemplazó a Prost con el objetivo de no perder personal defensivo y todo, hasta las réplicas, debieron quedar en un segundo plano. No tardó demasiado en empatar mediante Maximiliano Russo para que las cosas se mantuvieran en su justo lugar. El mérito fue sostener la estructura con un hombre menos. Defendió con solidez, mantuvo la pelota lejos de Leguiza y cuando pudo, avisó que estaba vivo. Siempre con Villegas como referencia, generó situaciones y estuvo cerca de romper el equilibrio. Así como Boca se potenció con el ingreso de Avila, la CAI falló en dos acciones que pedían red. Elvio Martínez, pateando alto y después con un cabezazo imperfecto le negaron la posibilidad de pasar al frente. También el local lo buscó hasta el final, poniéndole algo de suspenso al epílogo.

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