La palabra más acorde para definir el primer tiempo de la CAI fue ansiedad. Por apropiarse de la pelota a través de Elvio Martínez y por encarar el área, una y otra vez. Villegas y Prost le cambiaron el ritmo a los defensores y por afuera, tanto Chacón como Morales dejaron un surco por las bandas. Esa decisión de ir por más, sostuvo el ritmo y e hizo entretenido el arranque del juego a pesar de que los arqueros trabajaron a reglamento. Solamente el colombiano Torres debió volar para sacar al corner un tiro de Villegas y la CAI volvió a empujar con un cabezazo de Rilo, sin mayores consecuencias. Newbery no mostró demasiadas apetencias ofensivas: aisló a Erro y un dibujo táctico que se activaba cada vez que el rival se hacía de la posesión. Todo se equilibrió y hasta con alguna ligera prevalescencia de Newbery, ya más asentado y con un libreto aprendido ante un rival que siguió pecando, al borde un ataque de nervios. Villegas, siempre ahí, volvió a cabecear un centro de Russo y Elorrieta devolvió gentilezas colgando arriba un tiro libre que Leguiza por precaución, sacó al corner. El juego siguió sin aparecer en el complemento pero la buena noticia, fue que se desbloqueó el 0-0. La CAI entró por la azotea y luego de que Marcos Rilo conectara de emboquillada, un tiro libre colgado en el área por Martínez. El defensor zafó de toda marca y se elevó para batir a Torres y empezar a trabajar el partido con otras herramientas, historia más abierta, menos planificación y más riesgos. A los 22’ el puntero frotó la lámpara para que aparezca su genio goleador. Cabrera lo asistió y tras un cierre fallido de la defensa, Villegas a puro manual, midió el ángulo y el momento justo para tocar cruzado, lejos de la estirada del uno colombiano. Así el 2-0 pareció un final anticipado. Newbery no bajó los brazos y pugnó por el descuento extremando al límite, sus recursos. Elorrieta estuvo en todas y Agüero se asoció con Erro para no dar ninguna por perdida. Igul nada se saldría del cauce y la CAI, líder más allá de cualquier circunstancia, recuperó la confianza estirando su invicto en el Municipal apelando de nuevo, al peso de sus individualidades.
IT/Foto Ricardo Asencio/Jornada.
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