Tiene dos tanques que te arrollan

Con la potencia ofensiva característica, la CAI derrotó 3 a 1 al Deportivo Roca, en el partido que marcó el inicio del cuadrangular de segunda fase, por el torneo Argentino B. Fue el mejor comienzo, también para Armando Tula, DT debutante en la presente edición. De entrada arrancó bien el local, cuando Prost se fue solito y le dio al travesaño, al rebote estuvo atento el goleador Mauro Villegas que de cabeza estableció diferencias. El encuentro posteriormente entró en un pozo, del cual salió a los 21’ con el penal de Rilo sobre Joaquín Cabral, que el propio delantero cambió por gol. La paridad sin embargo no desesperó a la CAI ni mucho menos. Supo tener paciencia, esperar el momento clave, y así en el final de la etapa pudo desnivelar nuevamente, cuando Villegas la aguantó ante la marca constante y tocó hacia Martín Prost, quien encerrado por la marca y el poco panorama sacó un remate bajo y al rincón, para conseguir la ventaja.

En la segunda mitad la historia no varió demasiado. Simplemente Roca tuvo que ir al fren. Incluso en el inicio los de Tula perdieron chances netas de gol, con una trepada de Chacón, y un remate al cuerpo de Coronda, por parte de Prost. Más tarde otra definición de Villegas se fue pegadita al poste cuando todos ya lo estaban gritando. El resultado no brindaba garantías, y los corazones se paralizaron cuando Cabral la tocó en el área menor, pero Leguiza estuvo bien parado, atento y seguro durante toda la tarde. La tarea de Reynoso y Martínez fue creciendo paulatinamente, como así también las constantes trepadas del incansable Jonathan Morales. Quizás, faltó “punch” para el pase en cortada entre líneas. Ya en el final y jugado por jugado, Roca se desesperó y se quedó con nueve en un lapso de cinco minutos. A los 40’ Valenzuela vio por segunda vez la amarilla y se tuvo que ir a las duchas; más tarde fue Guevara que le cometió penal a Villegas y también enfiló rumbo al vestuario. El propio rosarino convirtió y cerró un partido, que pudo haber definido antes, contra un rival que insinuó en la previa más de lo que concretó en la cancha.