Le faltó atreverse a más

El aguante se sostuvo en gran parte del primer tiempo. La CAI se atrincheró con la pelota y Central era un manojo de nervios, casi sin llegada y miles de gargantas pidiendo ganar a cualquier precio. Apenas un cabezazo de Figueroa y un remate cruzado de Medina inquietaron al seguro Burtovoy. Los sureños mantuvieron un respeto excesivo y casi no se animaron a cruzar el hemisferio. Apenas un desborde de Malcorra que terminó en un centro sin destinatario, reflejaron la propuesta ofensiva azzurra. La salida obligada de Crespín (lesionado en la rodilla) desestabilizó el esquema defensivo, porque Funes debió replegarse y el paraguayo David Villalba no entró en sintonía. El gol de Luciano Figueroa abrió los caminos. A los 4’ Valentini sirvió en bandeja la definición al capitán que en el primer palo, sometió a Burtovoy para el 1-0. El excesivo repliegue de la CAI se terminó pagando en la red y en el trámite. Central se liberó para llegar con Danelón y Medina y más de una vez, hubo que cortar con riesgo cerca del área. Para colmo, enfrente no se ligaba. Luis Rodríguez falló la más clara, tras pase en cortada de Romero y no aparecía la contra tan esperada. La CAI volvió a acomodarse en el Gigante cuando Villalba la puso bajo la suela y Morales trepó con decisión. Así el manejo le clarificó las ideas al equipo. Romero le dio trabajo a Broun con un remate desde afuera antes de dejarle su lugar a Bubas cuando el fueguino parecía inclinar la balanza. Enfrente el palo le negó el segundo a Medina tras una desprolijidad defensiva. Hasta el final, lo buscó la CAI sabiendo que perder por uno o dos daba lo mismo. Rosario y Merlo respiraron, el equipo de Drago se animó tarde a buscar la hazaña.